viernes, 11 de marzo de 2011

Todavía.

Verte en la lejanía, tu pelo, tu cuerpo.
Todo él es ondulado, todo él está perfilado.
Tenerte cerca, sentir tu aroma.
No te veo pero te esbozo,
no te conozco pero sé quien eres.
Quiero tocarte para creerte,
toda mente te tiene grabado de solo pensarte.
Palparte ciego por la oscuridad,
Sentir el erizo de tu piel,
puedo verlo, sentirlo…. ¡Ay! Imaginaciones mías causadas por el deseo,
¿Qué deseo si no existes? ¿Si no te veo? Pero ya te imagino, ya te conozco.
No te tengo…
Todavía.
Eres toda proyección,
espectro en mi realidad,
objetivo en mis sueños,
deseo carnal en mi soledad.
No hay día que no vea como me miras,
¿ver?, ¿mirar? Que es eso, sino imaginar.
Te das la vuelta,
la luz me ciega un segundo,
después,
en una sombra, veo tus ojos, se perfilan preciosos.
Te hablo y no hay respuesta…
Todavía.
Imagino tu tacto, tu piel, tu aroma, tu sabor,
¡ay!
nada es palpable pues nada es material.
¿Quién quiere realidades teniendo todo un mundo en las ideas?
Ser humano, estúpido ser humano.
Cuando tiene algo que tocar quiere solo lo que puede evocar, ¿que será?
¡Ay soledad!
Donde solo se puede imaginar,
donde el sentido del tacto nunca se pudo hospedar.
¡Ay imaginación!
Cuanta hermosura puedes crear,
cuantas locuras puedes entregar a mentes cuerdas en principio
que al río, al final, se van.
Marea, llévame a ese punto que yo hoy no puedo vislumbrar.
Llévame antes de que me agote de buscar, pensar y dibujar.
¿Por qué tratar de ver algo que no está?...
Todavía.
Ahora toca esperar, ¿cuando el Demiurgo se complacerá en llamar?
Cruel es el ensueño que dice: imagínala, imagínala…
que ya llegará.
Tu nombre anónimo resuena, espera, ¿lo escucho?
No, todavía no.