sábado, 19 de abril de 2008

Donde dije digo, digo Diego.

Si hacemos un poco de memoria recordaremos fácilmente cuando empezó esta guerra por el agua. Hace algo más de cuatro años, en la competición electoral por conseguir el gobierno: PSOE y PP rivalizaron por el modelo que solucionase el problema de agua en el levante español. El PP aprobó el PHN (plan hidrológico nacional) aún quedándole poca legislatura, en contra de la postura de Aragón y Cataluña que lo consideraban una agresión, y con Valencia y Murcia a favor. El PSOE por el contrario apostaba por la construcción de desaladoras y se comprometió con aragoneses y catalanes a derogar el PHN y a no hacer ningún tipo de trasvase del Ebro.

Zapatero derogo el PHN cuando llego al gobierno y hasta aquí toda su política del agua en cuatro años. Las desaladoras de las que tanto se habló en las elecciones de 2004 han brillado por su ausencia. Mientras, a lo largo de los cuatro años de la anterior legislatura, los estatutos de autonomía de Aragón, Cataluña y Andalucía emprendieron la iniciativa de legislar sobre el uso exclusivo de sus respectivos ríos, lo que ha llevado a muchas CCAA ha interponer recursos en el Tribunal Constitucional, por considerar que se rompían los principios de igualdad y solidaridad.

Ahora, y de la noche a la mañana, como quien dice, saltan las alarmas: el area metropolitana de Barcelona se encuentra en una situación de escasez de agua, y no me resisto a preguntarme si habiendo gobernando los mismos que hace cuatro años la nación, seis por parte del tripartito (PSC, ER, IU-Verdes) en Cataluña y no se cuantos el PSC en el Ayuntamiento de Barcelona: ¿no deberían haberse dado cuenta de que los niveles de agua eran bajos?, ¿qué podría llegar la necesidad de un trasvase?, ¿no deberían haber comenzado a actuar en consecuencia?.
En este inicio de legislatura, Zapatero se encuentra con graves problema: el primero, Cataluña es un aliado prioritario para Zapatero tanto electoralmente, como políticamente dentro del partido; segundo, en Aragón se encuentra un presidente socialista, Marcelino Iglesias, que ha comprometido su credibilidad política a que no se haría ningún trasvase del Ebro y tercero, debería preocuparle como le van a ver los militantes y votantes socialistas en Valencia, Murcia y Almería. Aún con esto, Zapatero se encuentra en el inicio de la legislatura lo que le proporciona tiempo, y con la fortuna de encontrarse con un PP KO en la lona del ring político.

Barcelona tendrá trasvase, por dos razones: la primera, existe la necesidad; segunda, Cataluña es una región que Zapatero tiene que seguir manteniendo, consolidando y ampliando electoralmente. En consecuencia el trasvase fue aprobado ayer en Consejo de Ministros, o mejor dicho: “conducción de recursos hídricos”. Las desaladoras prometidas hace cuatro años siguen sin aparecer, nadie las menciona, ni siquiera parecen como opción y lejos de sus revoluciones sociales y ejercicios de pedagogía social, éste gobierno y éste presidente son incapaces de proponer un proyecto con caracter nacional.
No parece que la lluvia por si sola pueda solucionar el problema de desabastecimiento de la costa mediterránea; es evidente que se necesita una actuación a nivel regional donde el Estado y las CCAA implanten un proyecto común que de solución al abastecimiento de agua; sin el Estado es imposible solucionar un problema donde las partes sólo van en busca del contento de su público y tienen una visión cortoplacista y partidista.

Nadie puede dudar que lo que se esta haciendo es un trasvase para solucionar la escasez de agua en el area metropolitana de Barcelona; nadie puede dudar que otras partes de España están también necesitadas de agua; nadie puede dudar que el gobierno esta haciendo un gran esfuerzo en decir: digo, donde dijo Diego y, Diego donde dijo digo; nadie puede dudar que Zapatero tiene más interés en agraciar a Cataluña que a Valencia o Murcia; nadie puede dudar de que en la España más unida, cohesionada y moderna de la historia que ha podido ver cualquier español ayer y hoy (según PSOE) es muy complicado hacer políticas arriesgadas, valientes y ambiciosas, que superen partidos y citas electorales; nadie puede dudar que la descentralización ha comenzado ha construir trabas legislativas, políticas, partidistas y electorales a la actuación a nivel nacional del Estado; nadie puede dudar que éste no es un problema puntual y limitado en el tiempo y en el espacio, y se debe acometer una política más responsable que vaya más allá de solucionar un problema puntual.



"Zapatero asegura que no habrá transvase del Ebro mientras sea presidente". (ELPAÍS.com 02/03/2008 )
Marcelino Iglesias: "El Partido Popular nunca obtendrá buenos resultados en Aragón si mantiene sus posiciones sobre el trasvase" (30-10-07) www.marcelinoiglesias.es

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Querido amigo Edu, tu mismo lo has definido en una parte del texto. Parece que en cuatro años ningún partido, ningún ayuntamiento, y , por supuesto, el Gobierno central han prestado las más mínima atención al problema de agua en el extrarradio barcelonés. Parece que estos "patriotas" catalanes han vivido en otro lado, como por ejemplo tu o yo, en Madrid, donde, seguramente, mucha gente no sabía que había un problema de agua tan mayúsculo en esa zona. Por lo que queda demostrado que a esta gente le importa muy poco Cataluña, y mucho sus intereses partidistas. Queda también demostrado(ah, ¿pero alguíen lo dudaba?) que ZP derogó el PHN por lo único que mueve sus acciones, sus intereses demagógicos y partidistas, que como siempre realiza con la inestimable ayuda del Grupo PRISA para lavar la cara y manipular, como siempre, a la opinión pública. Si antes se rechazaba el PHN y ahora se realiza parte del mismo, en Cataluña si, en Valencia o Murcia, claro está, no, pues se dice que es una conducción de agua y ya está. Lo mismo que con la crisis económica, la negociación política con ETA, Afganistán, el aislamiento de España en Europa...se le cambia el nombre empleando eufemismos maquillados con mucha paz, amor y sonrisas, y problema resuelto. Así resuelve este Gobierno(¿Gobierno?), es decir el caudillo Z, las crisis, y parece que le va bien porque gana las elecciones, asi que ya ha dado en el clavo para realizar su política hasta muchos muchos años.

Un saludo, Charlie.

Benjamin Blanco dijo...

Geopolítica o geo-mapa-electoral.
Claro es que el conflicto del agua (no lo llamemos guerra)se mide en términos electorales y sentimentalismos políicos y nacionales que poco aportan.
¿Es BNC beneficiada sólo por su vínculo con ZP y el progresismo o, en rigor, estamos ante una urbe que mueve parte de la economía española y que requiere agua para hacer funcionar ese motor pseudoeconómico?
Ahora bien, esto puede ser un punto de inflexión para que algunas ínfulas centrípedas del noreste asuman la necesidad de la España total. Claro, puede ser si se usa adecuadamente
Además es un tema global el tema del agua y erramos el camino si reprochamos las exageraciones de Gore, por ejemplo.