
Pero a lo que vamos, hoy y después de muchos meses estoy muy tranquilo, he alcanzado cierto equilibrio después de unos largos meses sin estabilidad y permanencia. La vida me cogió, como en rarísimas ocasiones puedo hacer yo con una mosca y como gigante me guardo en su puño, me agitó y golpeó contra los límites de sus posibilidades para después retornarme al camino absolutamente mareado, distorsionado, aturdido, sin nada claro y con todo en el aire. Las heridas y las contusiones se dejarán ver por mucho tiempo y entiendo que debo mirarlas no como recuerdos del dolor sufrido o de aquello que perdí hace tiempo, sino como muestras de cómo uno puede morir y renacer, deshacerse y hacerse, caer y levantarse, que no siempre es tarde para volver a comenzar ni nada es definitivo mientras se pueda respirar.
Todo lo anterior se justifica por lo que viene a continuación. Recuerdo como si fuera ayer, tampoco ha pasado mucho tiempo ya que forma parte de mi historia más reciente, como, donde y de que forma decidí embarcarme en el camino que hoy estoy a un paso de pisar. Fue en una de esas largas noches de enero a hora muy temprana hasta para el sol, cuando el sueño era lo más buscado y esperado recordándome al gato que se escapa por la noche desapareciendo por un tiempo y que no se sabe cuando volverá. Bien aconsejado la noche anterior me propusieron la posibilidad y forma de irme del país y acepte. De madrugada hablé con mi hermano menor que alegremente decidió ayudarme a mover todo. Supe desde el primer momento que era una de esas decisiones que se toman en momentos críticos y a las cuales, la verdad, no estoy nada acostumbrado. Pero las oportunidades no se dan, ni se muestran, ni se ofrecen todos los días; y no siempre se esta preparado, ni se tienen las maletas hechas o se esta vacío de equipaje para coger los trenes en los que viajan. Para mi se dio en hora y sitio acertado y lo cogí sin pensar. Hoy, cinco meses después, es un hecho, el camino se muestra bajo mis pies, comenzaré una nueva vida en el nuevo mundo dentro de algo más de ocho semanas, mi blog se trasladará conmigo al norte de los USA y espero que siga mutando con su autor como viene haciéndolo. Incluso volver a retomar el pulso a la política española y algo que me apasiona hoy más que ayer, darle especial atención a la americana.
Los que me seguís habitualmente sabéis que no he pasado por mi mejor tiempo, sin duda hoy os doy las gracias por no dejar de hacerlo y me parecía de justicia compartir esta buena nueva con vosotros. Los que no lo hacéis de manera continua supongo que algo habréis notado, algo me ha pasado y también os doy las gracias ya que parece no haberos aburrido si seguís pasando por este espacio. Los que sin querer queriendo han llegado nuevos a este blog, bienvenidos, espero que os guste hoy y mañana; y para terminar, a los que dejaron de leerme adiós, no nos debemos nada, la puerta siempre estará abierta.
No hay comentarios:
Publicar un comentario