
Sin duda cada uno de nosotros tiene una respuesta completa o limitada, compleja o sencilla para esta pregunta. Yo tengo la mía, me la he formado a lo largo de estos años, no ha cambiado mucho desde que medito en ella; he introducido matices, perfilado ideas pero sin duda tengo una cosa clara y fija desde que fui consciente del problema del terrorismo y de lo que este genera: con terroristas no se negocia.
Hace cinco años veía no acabada, pero si muy tocada a ETA, llevaba casi un año sin matar, los dos principales partidos demostraban no sólo con palabras, también con actos, voluntad y acuerdos su intención de acabar conjuntamente con ETA. Muchos no querían; muchos se oponían a éstas nuevas políticas contra ETA: ERC, PNV, CiU o IU, consideraban exageradas las iniciativas legislativas como la ley de partidos, el cumplimiento integro de las condenas o la persecución social, política y económica del entorno terrorista a la que sometía todo el aparato del Estado el cual daba resultados nunca vistos.
La llegada de Zapatero, no nos engañemos, fue el final del Pacto Antiterrorista y de esta política, y me da igual quien lo rompió, lo cierto es que fue su final y que era él, y no otro, el que estaba en el gobierno. El Pacto Antiterrorista y por las Libertades es como dijo la vicepresidencia hace un par de años un simple “papelito”; la mejor política antiterrorista quedó en un simple “papelito” y la sustituyó el mal llamado proceso de paz, con su gran ansia de paz, para tres años más tarde volver a las palabras grandilocuentes, vacías y evidentes porque la paz tan buscada y querida no había dado sus frutos. El presidente sigue en sus trece, lo que quiere es un acuerdo de todos los partidos para la lucha contra ETA y que para eso hay que sacrificar el “papelito” y crear un acuerdo verbal, sin objetivos marcados, sin políticas estipuladas, sin principios escritos al que todos puedan unirse y que hechos como los siguientes no generen su ruptura:
IU con su filial en el P. Vasco que forma parte del tripartito de gobierno, tiene en el Congreso de los Diputados a su presidente “nacional”, G. Llamazares, guardando minutos de silencio, condenando los atentados y descalificando con palabras gruesas a los terroristas, y al mismo tiempo es incapaz de acordar u obligar a sus compañeros del P. Vasco que se desliguen de todo pacto con ANV que no condena los atentados y que muy posiblemente financia y proporciona cobertura legal y política a ETA. También tenemos al partido-victima PNV, ellos ponen las quejas y otros los muertos, que anda por los ayuntamientos de Vascongadas con el PSE intentando sacar adelante lo que han denominado, de forma cursi, mociones de censura éticas. Un concepto legal que se acaban de inventar, para sustituir de forma semántica y

Ahora el PSOE habla de echar a ANV de los ayuntamientos cuando, hay que calamidad, éste presidente, en mitad de un diálogo, conversación, coloquio, charla, entrevista, plática, discusión, debate (como ustedes quieran llamarlo, lo mismo me da que me da lo mismo) con ETA decidieron donde debía presentarse y donde no ANV (recordemos que el Fiscal General del Estado, que elige el ejecutivo, habló de no estar de acuerdo en crear un Guantánamo electoral). Y que casualidad que fueron legales aquellas listas allí donde se sabía que ganarían con facilidad por ser reductos históricos de Batasuna, ¡que coincidencia más tonta unir ANV con Batasuna! Ahora que les intentan censurar, éticamente, se encuentran que no tienen escaños suficientes para sacar adelante éstas censuras, hay que calamidad más calamitosa. La verdad es que se han perdido cuatro años y que con esa perdida ETA ha ganado seis o siete.
No quiero dejar de mencionar la impresión que me dieron dos personajes muy dispares, pero que sin duda dijeron cosas que me llamaron profundamente la atención. El primero J. Erkoreka, portavoz del PNV en el Congreso de los Diputados, que se había sentido ofendido, no se porque o por quien, de que se les pueda ligar de alguna manera con ETA ya que ellos están muy lejos de ésta. Es cierto, el que aquí escribe no se ha dado cuenta de esa lejanía existente entre PNV y ETA, lo único que los separa son los medios y a veces dudo de si los comparten, ya que el resto del discurso y el programa es el mismo. El problema en el P. Vasco no es ni el paro, ni los servicios sociales, ni la mejora del trabajo, o la violencia y exclusión de parte de la sociedad, lo único que importa a los vascos y vascas es cuando se independizan. El otro personaje es I. Gabilondo que en el inicio de su telediario en Cuatro después del atentado dijo algo parecido a esto: como es posible que en una región donde el grado de autonomía es tan amplio o más que en países federales, que tienen un acuerdo económico con el Estado inmejorable, que se pueden educar en vascuence, donde el nivel de vida es altísimo… y donde, a la vez, parte de la sociedad que se comparan e identifica con sociedades como la palestina, legitiman la violencia por considerarse oprimidos para luego irse a cenar por ahí y tomar unos vinos… ¿y ahora te das cuenta Iñaki?, para finalizar, unas preguntas, espero que no muy maliciosas: si es cierto todo esto y al parecer no es poco lo que tienen: ¿qué es lo que hay que negociar?, ¿queda algo que negociar?, ¿son los terroristas con los que se debe negociar?.
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