En el Congreso de junio en Valencia parece que se va abrir una etapa revisionista de las ideas y posturas que se han tomado en los últimos seis años en el PP. Esto sin duda esta generando un malestar interno que ya no se puede ocultar ni a los de dentro ni a los de fuera. No todo el mundo aplaude ya a Rajoy, comienza haber gente con dudas sobre su capacidad de aunar, los apoyos ya no son unánimes y su liderazgo comienza a desquebrajarse; y más con las declaraciones y con los gestos que viene mostrando en los últimos meses.
Como ya

Sin embargo a Rajoy comienza a escapársele de las manos todo aquello que creía que podría ocultar y controlar desde el silencio; las salidas de Zaplana y Acebes eran previsibles y no tenían un significado de ruptura en si mismo, sino la lógica de un proceso de renovación de los que componen la primera línea del partido que todo el mundo podía comprender aunque no gustar y que viene justificado por la derrota electoral. Las fuertes críticas que recibió E. Aguirre por sus compañeros cuando insinuó ella u otros por ella (la COPE y El Mundo) que podía ser alternativa a la lista de Rajoy en el Congreso de Valencia sólo demostró el miedo que existe en el PP al cambio, e incluso a la alternativa, sin ser la presidenta de la Comunidad de Madrid

El partido que comienza a visualizarse como propuesta de Rajoy con Gallardón, Pons y Feijóo, que va en busca del centro reformista en donde el referente es Fraga, personaje político que vuelven a colocar como figura a imitar y que creía en el pasado y más si hablamos de futuro. Éste partido que define liberalismo como: “…pragmática celebración de la pluralidad (A. R. Gallardón)…” haciendo evidente su escaso conocimiento de lo que es el liberalismo. Este partido con su líder que invita a que se vayan conservadores y liberales cuando, puede que tontamente, pensaba que tenía una identidad liberal conservadora y por tanto considero que esta invitando al vaciamiento ideológico con la pretensión de hacer diáfano sus principios, valores y convicciones para perder el posicionamiento nacional siguiendo la deriva que tomo el PSOE con la llegada de Zapatero y que ya critique en mi texto “Nación y soberanía nacional”. Sin duda comienza un viaje a ninguna parte, que es lo que debe ser el centro, y más con el electorado base del PP.
Uno de los problemas que puede hacer que el revisionismo que propone Rajoy termine con él es el llevarlo desde fuera del poder después de una derrota electoral. Otro de los problemas es un convencimiento claro, por lo menos desde mi análisis, que sólo es cuestión de tiempo que las contradicciones del mensaje socialista, ya visibles, en su proceso de apertura a todo tipo de identidades y en su vaciamiento de convicciones provoque desafecciones al electorado que comience a buscar opciones más seguras, cambiando esta tendencia absurda que están tomando los políticos y los partidos por la necesidad de lograr, mantener y consolidar el poder allí donde piden el voto. La tendencia de maximizar votos y electorados minimizando identidades y convicciones es sin duda uno de los mayores vicios que podemos encontrar en el sistema democrático y España es buen ejemplo de ello.
1 comentario:
El PP no acaba de encontrar su sitio tras dos elecciones perdidas consecutivamente; y decir esto implica que es precisamente su líder(al que el término aún le cuaja, no se sabe por cuánto)quien no se encuentra a sí mismo y quien ha perdido legitimidad ante propios y extraños.Aunque quizá la legitimidad la pierde por el hecho de no decir esta boca es mía y por tener a los medios enemigos haciendo leña fácil ante la crisis identitaria del Partido Popular. Salga quien salga, que lo haga con un proyecto creible y firme moralmente, sin ambajes éticos ni medias tintas.
Rodericus.
Publicar un comentario