La crisis económica cada vez más evidente, más profunda y extensiva es el mayor problema que tiene el gobierno, no sólo por lo evidente de los datos negativos sino por no encont

La salida de De Juana Chaos ha provocado cantidad de declaraciones y opiniones de muchos de nuestros políticos. Éste terrorista ha suscitado gran cantidad de impresiones y ha llenado periódicos desde que el gobierno en la legislatura pasada lo usase como moneda de cambio en sus negociaciones con ETA. De Juana ha conseguido poner en evidencia a Zapatero en su forma de entender el Estado de Derecho y la democracia en general. Ahora nos dice que la salida de éste terrorista es parte de la grandeza del Estado de Derecho, sin embargo habría que contestarle que la grandeza de éste reside en proporcionar un juicio justo con reglas preestablecidas sin importar la persona y el delito. Lo que hizo el gobierno en la legislatura pasada posiblemente sea uno de los actos más vergonzosos de la última década que ha tenido que soportar éste Estado de Derecho y su sociedad, el acercamiento de De Juana al hospital de San Sebastián debido a su huelga de hambre o dieta blanda –por todos es sabido su gusto al Bimbo y al yogurt- al parecer por que Madrid no tiene hospitales para proporcionar asis

tencia médica, fue la clara puesta del Estado de Derecho español al servicio de la política del gobierno y no al cumplimiento estricto de la ley, por cierto juramento o promesa que hace el presidente del gobierno cuando asume el cargo: cumplir y hacer cumplir la ley. La jugada lo recomendaba, se llegó a decir, y es ahí donde un Estado de Derecho cae en el más sobresaliente servilismo ya que éste no se puede guiar, impulsar o actuar por jugadas recomendadas o oportunistas, sino en base a leyes ciertas, claras y existentes. Que la jugada lo aconsejaba o mandaba fue uno de los actos más irresponsables y más discrecionales que ha realizado presidente europeo en muchos años.
Los juegos olímpicos chinos dieron comienzo ayer y posiblemente si todo va bien nadie más hablará del régimen que allí se da. Repentinamente y a unas horas de la apertura de los juegos media Occidente se dio cuenta que lo que gobierna en la R. P. China es un gobierno socialista totalitario que no permite la libertad de expresión ni muchas otras libertades y derechos. El COI ha ordenado el cumplimiento de un artículo, ahora no me acuerdo cuál, que obliga a no hablar de asuntos políticos a los deportistas; el COE se ha sumado en seguida y el gobierno español que como dijo Zapatero su patria es la libertad ha mandado silencio o lo que es lo mismo auto censura. No hay gobierno occidental que se libre por mucho que algunos para salvar la imagen hayan realizado algún gesto de cara a la galería; lo que prima son los negocios y el mercado Chino que va a ser de aquí a un tiempo el mayor del mundo, y eso es mucho dinero. Lo cierto es que los países donde existe libertad de expresión y prensa son la minoría en la representación olímpica, lo que hará más sencillo a China que los comentarios sobre la situación política sean controlados, pero que los países occidentales caigan en la vergüenza de preferir defender intereses económicos frente a principios liberales deja mucho que desear. Ahora dicen que no se mezclen política y deporte, hay que ser bobo para permitir tales afirmaciones y más cuando las escucho de una deportista con galardones olímpicos como T. Zabel ahora metida en cargos de la administración pública. O cuando el mismo COI afirma que parte de la razón de darle los juegos a China es crear mayor apertura de ésta al mundo y aliciente para que el régimen haga concesiones. Lo cierto es que China es y seguirá siendo un régimen totalitario antes y después de los juegos y que lo que aquí interesa es su mercado y la de ser amigos o aliados de la que posiblemente sea la potencia mundial en unas décadas cada vez más cercanas.
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